Los perros son miembros de la familia con la que viven y, por ello, la educación sobre las normas es sumamente importante para que la relación con las personas y demás mascotas sea agradable. ¡Eso incluye la norma de nada de mear en casa!

En este punto, es esencial la enseñanza sobre dónde debe hacer sus necesidades desde cachorros, para evitar inconvenientes en un futuro. Pero si acaso no lo has conseguido, aquí te daremos algunos trucos para que tu perro no mee en casa.

Así, podrás tener la certeza de que él esperará hasta la hora del paseo habitual o si tienes patio, irá directamente a la zona marcada para orinar. En Pamipe te damos las claves que necesitas.

Premisas para que tu perro no mee en casa

El primer elemento que hay que tener es paciencia, tanto si es cachorro y todavía no controla sus esfínteres, como si es un perro grande que se ha educado mal. Con paciencia se puede resolver esta situación de forma más rápida que con estímulos negativos.

Las broncas excesivas, violencia y otros mecanismos negativos solo harán que el perro sea temeroso, pero no solucionará que este se orine en lugares inadecuados. Sobre todo, porque en ocasiones es involuntario o por problemas de salud.

Por otra parte, es importante destacar que las razones por las cuales un perro se orina en un sitio son muchas. Puede tratarse del olor, marcar territorio, problemas médicos, miedo, o costumbre. ¡Pero no es nada personal!

Por eso, uno de los pasos es detectar qué lo está causando. Nunca está de más comentarlo con un veterinario para descartar algún problema de salud si esto es algo que se repite a menudo.

Los 5 trucos para que tu perro no mee en casa

Si estás cansado de esta situación y quieres resolverla de una vez por todas, utiliza estos trucos para que tu perro no mee en casa, y verás cómo funcionan.

1.    Rutina diaria de paseo

Un perro, al igual que las personas, necesitan ir a hacer pis varias veces al día. Algo que implica que, si no tienes patio y debes sacarlo a pasear, tienes que hacerlo por lo menos tres veces al día y en un horario que sea rutinario para el perro. Así, sabrá que es momento de hacer sus necesidades.

Esta costumbre lo llevará a mear fuera, esperando el momento en que lo saques. Por eso, es lo más recomendable que sean por la mañana, tarde y noche antes de descansar. Así, el tiempo entre un paseo y paseo será el adecuado.

2.    Premiar el orinar en la calle

Aunque pueda parecer raro premiar este comportamiento, es un truco muy útil al principio, para que asocie que es positivo que orine fuera de casa.

El premio puede ser comida, caricias o algo que sepas que le guste y lo pueda asociar correctamente. Esto reforzará la conducta de orinar fuera cuando lo pasees, mientras se acostumbra.

Un factor importante es que el premio debe motivar a tu perro. Debe ser suficientemente atractivo para que este truco funcione, tanto para cachorros como para perros ya grandes que poseen malos hábitos arraigados.

3.    Bienestar durante el paseo

Como hemos comentado, los paseos son un apoyo enorme a los trucos para que tu perro no mee en casa. Esto no solamente implica salir, sino también la calidad de estas salidas.

Un paseo para orinar no debe ser apresurado, estresante o con muchos estímulos alrededor. Debes darle el tiempo adecuado para que pueda relacionarse con su entorno, lo que supone uno de los cuidados importantes. Oler y disfrutar de este momento, también generará que asocie el orinar en la calle con algo agradable.

beagle meando en casa

4.    Cambia el espacio donde orina

Un cambio que puedes hacer a tu favor es tener en cuenta que los perros no orinan en lugares donde hacen otras actividades como comer, jugar o descansar.

El truco para que tu perro no mee en casa consiste en modificar ese espacio donde se está orinando, y convertirlo en su área de descanso, comer o realizar actividades con él ahí. De esta forma, puedes lograr muy buenos resultados junto con los paseos rutinarios.

5.    Menos estrés y más bienestar emocional

El estrés también es un factor determinante en que los perros comiencen a orinarse dentro de la casa. Si esto llega a suceder repentinamente, quizás se trate de que algo lo está afectando.

Un cambio en su rutina, falta de ejercicio, sonidos fuertes o molestos, entre otras cosas, que conviene detectar para que tu perro vuelva a comportarse como antes. Muchas veces es cuestión de detenerse unos minutos a observar su comportamiento para dar con el problema y poder resolverlo.

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